Con una juventud rebelde decide ser “el hombre más fuerte de Okinawa”, a ello dedico todos sus esfuerzos, con una preparación en solitario consiguió una rapidez y flexibilidad que le valió el sobrenombre.
Para probar su fortaleza no reparaba en peleas, lo que le ocasionó ser rechazado por la mayoría de maestros a excepción de Kosanku Matsumura el cual solo accedió a enseñarle kata, en lo que se refiere Kumite solo adquirió los conocimientos de noche espiando tras las cañas que separaban el lugar de práctica del exterior.
Solo a partir de sus 50 años fue aceptado como maestro dentro del mundo del karate-do.
Su fama le vino tras un episodio sucedido también a los 50 años cuando venció en el tercer round a un boxeador occidental de 1.80 mts en una feria.
Su parte “agresiva” parece ser que fue derivando con el transcurso de la practica y la edad.
Su reputación dentro del mundo del karate-do se la gano a pulso, con esfuerzo siendo uno de los grandes maestros reconocido, elaborando especialmente la parte de kumite.
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