jueves, 6 de septiembre de 2012

Niju Kun: los veinte principios del karate de Karate de Gichin Funakoshi

Como resumen de su filosofía del karate, el maestro Funakoshi propuso 20 principios que todavía hoy pueden verse escritos en las paredes de algunos dojos.

Gichin Funakoshi (1868-1957) es el padre del karate contemporáneo, además del fundador del estilo shotokan. Introdujo este arte marcial en Japón a principios del siglo XX, importándolo desde la isla de Okinawa. En sus veinte reglas (niju kun) sintetizó lo que consideraba la esencia del karate como vía marcial para el perfeccionamiento físico y mental.

Del karate-jutsu al karate-do


Con objeto de transformar el "karate como técnica" (karate-jutsu) en el "karate como camino" (karate-do) tuvo que justificar filosóficamente su práctica. Lo hizo a través de clases, libros y conferencias en Okinawa y Japón. No era lo habitual. Pero debe tenerse en cuenta que Funakoshi fue, además de practicante y estudioso del karate, un maestro de escuela con una sólida formación cultural.

Su principal libro es Karate Do Kyohan (1935), en cuya introducción define el karate como una vía marcial para cultivar mente y cuerpo bajo un espíritu de humildad, confianza en uno mismo, con autocontrol y sentido de la justicia. La humildad, ligada a la cortesía y al reconocimiento tanto de las propias limitaciones como de las virtudes ajenas, resulta fundamental.

Esta concepción del karate está en sintonía con el bushido japonés, que no obstante y por ser el código de honor de los samuráis enfatizaba una predisposición a la muerte de la que carece el karate-do. El servicio al daimyo (señor feudal) propio de la ética del samurai es sustituido por el servicio a una sociedad más armoniosa en la ética del karate.

Confucianismo y budismo zen


Según Hermenegildo Camps en Historia y Filosofía del Karate (1985), aparte del bushido las principales influencias filosóficas del karate son dos:

  • Confucianismo, de donde se toma el sentido de la jerarquía social y el respeto mutuo, tanto en un sentido externo o ceremonial como en un sentido interno que enfatiza la virtud de la humildad.
  • Budismo zen, de donde se toman técnicas de meditación y respiración, pero sobre todo interpretaciones espirituales del kata (secuencia preestablecida de técnicas) como meditación en movimiento, del kumite (combate deportivo) como reconciliación de los opuestos, o de la reacción instintiva como un "pensamiento del cuerpo" distinto del pensamiento racional.

  • Todo este ropaje intelectual, lejos de ser milenario, tiene apenas cien años de antigüedad. El karate original de Okinawa era un método de autodefensa, y quedaba al arbitrio de cada maestro infundirle o no un sentido más profundo.

    Los veinte principios de Funakoshi


    La filosofía del karate de Funakoshi se sintetiza en veinte reglas. Fueron elaboradas alrededor de 1890 y publicadas en 1938, aunque no en un libro firmado por Funakoshi, sino en el libro Karate-do taikan de Genwa Nakasone, que convierte así la tradición oral en tradición escrita, además de acompañar con un breve comentario cada una de las reglas:

    1. El karate empieza y termina con rei (saludo de cortesía).
    2. No hay primer ataque en karate.
    3. Se debe practicar el karate con sentimiento de justicia.
    4. Antes de conocer a los demás, hay que conocerse a sí mismo.
    5. Antepón el espíritu a la técnica.
    6. Prepárate para liberar y cultivar la mente.
    7. El fracaso nace de la negligencia.
    8. El karate no sólo se practica en el dojo (lugar de entrenamiento).
    9. La práctica del karate es de por vida.
    10. Tratar los problemas con espíritu de karate.
    11. El karate es como el agua hirviendo; sin calor vuelve a la calma.
    12. No alimentes la idea de vencer pero tampoco la de ser vencido.
    13. Cambie en consonancia con su oponente.
    14. El secreto del combate reside en el arte de de dirigirlo.
    15. Que las manos y pies golpeen como un sable.
    16. Al franquear el umbral de tu casa, diez mil enemigos te esperan.
    17. Kamae (posición de guardia) es la regla para el principiante. Después es posible adaptar una guardia natural.
    18. Los katas deben realizarse correctamente, aunque en el combate real tus movimientos se adaptan a las circunstancias.
    19. Tres factores a considerar: fuerza, extensión y retracción del cuerpo, y técnica.
    20. Profundiza en cómo aplicar estos principios.

    En karate no existe primer ataque


    La segunda regla es la más conocida, hasta el punto de que su formulación japonesa (karate ni sente nashi) aparece en un monumento dedicado al maestro en Engaku-ji, templo budista en Kamakura donde Funakoshi estudió aquella filosofía. Hoy día puede verse escrita en las paredes de algunos clubs de karate, además de ser la primera enseñanza que reciben sus practicantes.

    Por su significado más literal, esta regla dice que el karate es un arte de autodefensa, no de agresión. De hecho todos los katas empiezan con una defensa. En este plano, la cuestión técnica en torno al primer ataque es doble: cómo alcanzar y mantener un estado de alerta, y si determinados tipos de anticipación puede considerarse defensas.

    En un plano más profundo la regla aconseja ejercitar el autocontrol. En el kumite no sólo basta con marcar el golpe sin causar daño, sino que hacer daño se penaliza, ya que indica falta de autocontrol del karateka, quien debe solamente demostrar que "podría" haber hecho daño si no se hubiera controlado en el último segundo.

    Un tercer plano, inspirado en el budismo zen, es el del karateka que debido a su estado de alerta no se ve a sí mismo en la agresión como un yo enfrentado a un , sino que desplaza su atención desde el yo hasta el combate en tanto unidad de la que él no es más que una parte.

    El karate empieza y acaba con cortesía


    Funakoshi, sin embargo, parecía dar más importancia a la primera regla. En su autobiografía Karate-do, mi camino (1956), al final del apartado "La historia no escrita del karate", llega a decir que encierra la esencia misma del arte.

    El rei suele traducirse como respecto o cortesía. Y el saludo ceremonial es su manifestación externa, que en karate se efectúa al entrar y al salir del dojo, al empezar y al acabar un ejercicio, etc. Dicho respeto abarca tanto la autoestima como el respeto a los demás, siendo este último una traslación de aquél a otras personas.

    fuente:  http://suite101.net/ 

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