domingo, 4 de octubre de 2009

Diferencia entre un hombre del Do y un hombre insignificante

En una antigua parábola un karateca le preguntó a su Sensei:

“¿Cuál es la diferencia entre un hombre del Do y un hombre insignificante?.”

El Sensei le respondió:

“Cuando el hombre insignificante recibe el primer Dan, corre rápidamente a su casa gritando a todos el hecho. Después de recibir su segundo Dan, escala el techo de su casa, y lo grita a todos. Al obtener el tercer Dan, recorrerá la ciudad contándoselo a cuantas personas encuentre.”

El Sensei continuó:

“Un hombre del Do que recibe su primer Dan, inclinará su cabeza en señal de gratitud; después de recibir su segundo Dan, inclinará su cabeza y sus hombros; y al llegar al tercer Dan, se inclinará hasta la cintura, y en la calle, caminará junto a la pared, para pasar desapercibido. Cuanto más grande sea la experiencia, habilidad y potencia, mayor será también su prudencia y humildad.”

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